“Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.” Marcos 12:30

El amor empieza primero con Dios.

Si no amamos a Dios primero, no podremos amar a nadie más. Cuando sabemos cómo amar a Dios y buscarlo primero, es más fácil amar a las personas.

“Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gracia, por la cual sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia” Hebreos 12:28

Dios le ha dado a cada persona uno o más dones, talentos, y habilidades para servir a los demás.

Dios espera que sus hijos tome la iniciativa de servir en algún área de la iglesia y nuestra comunidad en agradecimiento a Él.

“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.” Marcos 16:15

Entendemos que compartir a Cristo a través de nuestro testimonio es un arma muy poderosa en contra del enemigo.

Dios no nos dejo aquí en la tierra para estar cómodos, sino para anunciar las buenas nuevas de salvación.

Por lo tanto nuestro trabajo es reconciliar al mundo, al pecador o al impío con el Padre celestial por medio del mensaje del evangelio.